El niño contra el adulto.
No se olvidan sus inicios cuando, acompañado de sus hermanos, comenzó a darle un nuevo significado a la música que hoy conocemos como pop, cuando The Jackson Five eran capaces de llenar auditorios y multitudes cantaban al unísono y detrás de un niño de cinco años que nunca acabó por entenderse y entró en un laberinto que lo estancó en esa niñez que nunca pudo vivir. A los cinco, a los 10, a los 20 o 30 años, parecía que Michael Jackson al verse en el espejo veía reflejado al niño que jamás fue... Y sin lograrlo, las sicosis de buscarse en una tierra de Nunca Jamás, en la que efectivamente nunca jamás podrá habitar...
El hombre contra la mujer.
Su sexualidad cuestionable, obvia para el resto, pero un secreto para él mismo, le sumó pasadizos a ese laberinto cuya única salida posible era la música. Aunque la maquinaria detrás de él, Quincy Jones y compañía, tienen gran responsabilidad del significado que hoy tiene su nombre en la industria musical, Michael Jackson desterró su personalidad natural y se convirtió en un disfraz de todo lo que quiso, pudo y debió ser, lejos del asombro por el resultado de sus excentricidades con nombre propio, incluso la del otro rey...
El blanco contra el negro.
Y es que parece imposible imaginar tanto rechazo hacía la propia naturaleza, pero Michael Jackson siempre fue el encargado de rebasar los límites; su niñez vivida a destiempo, su sexualidad varada y la nula aceptación de su cuerpo, justificada por un vitiligo que dio indicios de estar hecho a mano para él y le resultó en un cuerpo ajeno, cansado y lejano a todo lo que alguna vez representó. Michael nunca entró en conciencia de las puertas que abrió, cuando por primera vez un afroamericano fue aclamado por masas en todo el mundo; muy difícil hubiera sido ver a un Barack Obama en tantos escenarios, si estos no hubieran sido pulidos primero por Michael y su personalidad acaparadora y enemiga de él mismo.
El éxito contra el fracaso.
Capaz de llenar estadios monumentales, poner de cabeza ciudades enteras que se volcaban ante la visita del Rey del Pop; poseedor de records de ventas, del video más caro de la historia, Scream, donde aparece con su hermana Janet y que costó 8.5 millones de dólares, y que siguió con esa pauta que inició con Thriller, cuyo álbum y video significan tanto para la música. Renovado con cada entrega, hoy almacenada en LP, casete y CD, Michael logró ser el mismo pero distinto, justo esa falta de reconocimiento hacia su propia imagen lo llevó a tenerlo todo y a perderlo de tan fácil...
El millonario contra el mendigo.
Dicen que hoy la fortuna en números rojos que deja como herencia, sus deudas, ascienden a más de 300 millones de dólares. Algo inconcebible de alguien que lo tuvo todo a manos llenas producto de su talento, pero que se entiende. Se recuerda a un Michael capaz de pasear por cualquier lugar y señalar con el dedo cualquier objeto para avisar que debía poseerlo, símbolo inequívoco de un poder que llega a manos equivocadas...
El abusado contra el abusador.
Pero nada, bueno y malo, hubiera sido posible sin una pieza clave en la vida del ahora extinto Rey del Pop, su padre. Hace algunos años, en una entrevista con Oprah Winfrey, Michael se refirió a él con un respeto apenas para pagar la cuota del parentesco, pero de igual forma reconoció la autoridad que le representa a pesar de estar convertido, al menos en apariencia, en un adulto. Oprah pregunta: “¿Le temes a tu padre?”, Michael responde: “Sí, mucho”. El resto es historia conocida, entre rumores y certezas, sabemos el origen de Jackson, de todo lo que hizo en 50 años que vivió.
...a veces resulta extraño el pensar que esos íconos que nos marcaron, de cualquier manera, porque representaron el presente en algún momento de nuestra vida, más cuando en esos años estamos en proceso de formación, se van. Peor cuando ellos mismos se encargan de perderse y no encontrarse nunca más...
¿Cuántos no habrían querido ser Michael Jackson? No lo sé, pero sé que Michael Jackson no quería...
No se olvidan sus inicios cuando, acompañado de sus hermanos, comenzó a darle un nuevo significado a la música que hoy conocemos como pop, cuando The Jackson Five eran capaces de llenar auditorios y multitudes cantaban al unísono y detrás de un niño de cinco años que nunca acabó por entenderse y entró en un laberinto que lo estancó en esa niñez que nunca pudo vivir. A los cinco, a los 10, a los 20 o 30 años, parecía que Michael Jackson al verse en el espejo veía reflejado al niño que jamás fue... Y sin lograrlo, las sicosis de buscarse en una tierra de Nunca Jamás, en la que efectivamente nunca jamás podrá habitar...
El hombre contra la mujer.
Su sexualidad cuestionable, obvia para el resto, pero un secreto para él mismo, le sumó pasadizos a ese laberinto cuya única salida posible era la música. Aunque la maquinaria detrás de él, Quincy Jones y compañía, tienen gran responsabilidad del significado que hoy tiene su nombre en la industria musical, Michael Jackson desterró su personalidad natural y se convirtió en un disfraz de todo lo que quiso, pudo y debió ser, lejos del asombro por el resultado de sus excentricidades con nombre propio, incluso la del otro rey...
El blanco contra el negro.
Y es que parece imposible imaginar tanto rechazo hacía la propia naturaleza, pero Michael Jackson siempre fue el encargado de rebasar los límites; su niñez vivida a destiempo, su sexualidad varada y la nula aceptación de su cuerpo, justificada por un vitiligo que dio indicios de estar hecho a mano para él y le resultó en un cuerpo ajeno, cansado y lejano a todo lo que alguna vez representó. Michael nunca entró en conciencia de las puertas que abrió, cuando por primera vez un afroamericano fue aclamado por masas en todo el mundo; muy difícil hubiera sido ver a un Barack Obama en tantos escenarios, si estos no hubieran sido pulidos primero por Michael y su personalidad acaparadora y enemiga de él mismo.
El éxito contra el fracaso.
Capaz de llenar estadios monumentales, poner de cabeza ciudades enteras que se volcaban ante la visita del Rey del Pop; poseedor de records de ventas, del video más caro de la historia, Scream, donde aparece con su hermana Janet y que costó 8.5 millones de dólares, y que siguió con esa pauta que inició con Thriller, cuyo álbum y video significan tanto para la música. Renovado con cada entrega, hoy almacenada en LP, casete y CD, Michael logró ser el mismo pero distinto, justo esa falta de reconocimiento hacia su propia imagen lo llevó a tenerlo todo y a perderlo de tan fácil...
El millonario contra el mendigo.
Dicen que hoy la fortuna en números rojos que deja como herencia, sus deudas, ascienden a más de 300 millones de dólares. Algo inconcebible de alguien que lo tuvo todo a manos llenas producto de su talento, pero que se entiende. Se recuerda a un Michael capaz de pasear por cualquier lugar y señalar con el dedo cualquier objeto para avisar que debía poseerlo, símbolo inequívoco de un poder que llega a manos equivocadas...
El abusado contra el abusador.
Pero nada, bueno y malo, hubiera sido posible sin una pieza clave en la vida del ahora extinto Rey del Pop, su padre. Hace algunos años, en una entrevista con Oprah Winfrey, Michael se refirió a él con un respeto apenas para pagar la cuota del parentesco, pero de igual forma reconoció la autoridad que le representa a pesar de estar convertido, al menos en apariencia, en un adulto. Oprah pregunta: “¿Le temes a tu padre?”, Michael responde: “Sí, mucho”. El resto es historia conocida, entre rumores y certezas, sabemos el origen de Jackson, de todo lo que hizo en 50 años que vivió.
...a veces resulta extraño el pensar que esos íconos que nos marcaron, de cualquier manera, porque representaron el presente en algún momento de nuestra vida, más cuando en esos años estamos en proceso de formación, se van. Peor cuando ellos mismos se encargan de perderse y no encontrarse nunca más...
¿Cuántos no habrían querido ser Michael Jackson? No lo sé, pero sé que Michael Jackson no quería...
Yuriria Sierra
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1 comentario:
Al leer este artículo me sentí un poco molesta..., Mmmm, no sé por qué, pero lo sentí un poco agresivo, dado que "él" ya no está... Ya se fue a descansar... creo que lo interesante es toda su obra, su música, etc, y no su vida privada (¡ni tan privada!), que como dice CCV, el creador de este blog, "que solo lo juzgue Dios, nosotros nos quedamos con el artista", bueno, a la final comprendí que este artículo sólo se trata de esto: del ser humano que había en "él", no sé, tal vez nos sorprende saber que tuvo sus dificultades, idealizamos tanto que aveces se nos olvida que tienen su propia vida, su propia historia... O tal vez no, tal vez vivimos pendientes de los escándalos y chismes que a la final no nos competen porque no estamos ahí para vivirlo en carne propia, igual preferimos quedarnos con lo que aportan al mundo según el gusto de cada quien... MJ, siempre serás el Rey....
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